viernes, 9 de diciembre de 2016

CUANDO LA MENTE ESTÁ CORTA

   Cuando la mente está corta o escasa,
y un poema se enquista para largo,
el café dulce riñe con lo amargo,
con la pluma rebelde que no traza.
   Me concentro en el fondo de la taza,
que es don caritativo de un encargo;
el líquido infernal que, sin embargo,
infunde luz mientras el día pasa.
   Si no es el léxico profundo y rico,
arde la mente y pienso en el amor,
y de tanto pensar me mortifico.
   Pero no hay que sentirse perdedor;
cuando se torna el verso torpe y chico,
me tomo el café y cato su sabor.

© Antonio Macías Luna

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